domingo, 7 de julio de 2013

Restauración de una silla Fernandina


Hoy os escribo esta entrada para que veais un poco del proceso de restauación de ésta magnífica silla de estilo Fernandino. Es auténtica de la época, y por lo que he podido comprobar, pocas hay con éste diseño tan bonito. Las patas estás torneadas y rematadas en bolas, y el respaldo curvo tiene unas volutas en los laterales, muy del gusto clásico.

El estilo fernandino, para el que lo desconozca, es una adaptación española del estilo “Imperio” francés, llega tardíamente a España porque la guerra de Independencia interrumpe totalmente la relación de nuestras artes decorativas con Europa y especialmente con Francia.
Alli, con la caida de Napoleón, cambia por completo el estilo, pero en España sin embargo, perdurará durante todo el reinado de Fernando VII.

La entrada de las tropas francesas a España precipitó la abdicación de Fernando VII en favor de su padre y de éste en Jose Bonaparte (1808). Derrotado Napoleón, Fernando VII que estaba retenido en el castillo de Valençay, regresa a España y restaura el absolutismo (1814). Sin embargo, el descontento que sembró esta restauración entre sectores progresistas favorables a la constitución de 1812, desembocó en un golpe militar. El resultado fue que Fernando VII apelo a la Santa Alianza. Se produjo una invasión francesa (con los cin mil hijos de San Luis). En este panorama tan convulso se desarrolla el estilo Fernandino.


Desarrollado en la época Neoclasica es de inspiración rigurosamente clasicista con formas sólidas y ostentosas.
Se trata de muebles solemnes que se inspiran en la antigüedad grecorromana, con motivos decorativos ya mencionados como coronas de laurel, guirnaldas, liras... y egipcios (esfinges) junto a otros de inspiración arquitectonica. Los asientos con las tipicas patas “de sable” en las sillas, y camas “de gondola”. La madera predominante es la caoba pulida adornada con apliques de bronces. 








La silla fue limpiada y se eliminó el barniz de goma laca que tenía. Se retiró el asiento viejo y se utilizó masilla de madera para rellenar pequeñas grietas y agujeros.

A continuación se aplicó cera con aguarrás como acabado, y se tapizó con cinchass elásticas y espuma.

El resultado ha sido muy bueno, pero claro la silla en sí ya era una auténtica maravilla.

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