sábado, 20 de julio de 2013

Un zapatero muy cambiado


Éste mueble, que terminamos hace un par de semanas ha sufrido un cambio espectacular como podeis ver.

 

 Era un mueble de los típicos que podemos encontrar, que se pusieron de moda hace décadas y que tienen ese característico barniz color miel.

La idea era decapar y pintar, pero no fue tan senicllo ésta vez. Resultó que la capa de barniz era dificilísima de eliminar, probamos con varias marcas de decapante en gel, pero solo quitaba algo el brillo, lijamos, pero tras mucho insiotir acababamos rayando la madera. Por último hasta probamos con sosa caustica, pero el efecto era similar al del decapante e incluso peor, ya que oscurecía la madera en algunas zonas.
Finalmente, llegamos a la conclusión de que debía ser una finísima chapa laminada adherida al tablero, y lijamos ligeramente para asegurarnos de que cogía la pintura adecuadamente.

Como el mueble era de formas muy lisas y sencillas se colocaron varias molduras y apliques en cada cajón, para que tuviera otro aspecto y sacra más partido a los efectos de la pintura.

Después aplicamos una capa de imprimación para que la pintura agarrara mejor y el color fuera más puro.
Tras de secar y lijar bien le dimos una mano de pintura de la colección Les Decoratives, de la gama charme, con efecto empolvado, lijando una vez seco dejando zonas con la madera descubierta creando un efecto de decapado o envejecido.

Por último se dió una pátina con cera de color nogal diluida en aguarrás y se colocaron unos bonitos tiradores más acordes con el estilo nuevo del mueble.






¿Qué os parece?


domingo, 7 de julio de 2013

Restauración de una silla Fernandina


Hoy os escribo esta entrada para que veais un poco del proceso de restauación de ésta magnífica silla de estilo Fernandino. Es auténtica de la época, y por lo que he podido comprobar, pocas hay con éste diseño tan bonito. Las patas estás torneadas y rematadas en bolas, y el respaldo curvo tiene unas volutas en los laterales, muy del gusto clásico.

El estilo fernandino, para el que lo desconozca, es una adaptación española del estilo “Imperio” francés, llega tardíamente a España porque la guerra de Independencia interrumpe totalmente la relación de nuestras artes decorativas con Europa y especialmente con Francia.
Alli, con la caida de Napoleón, cambia por completo el estilo, pero en España sin embargo, perdurará durante todo el reinado de Fernando VII.

La entrada de las tropas francesas a España precipitó la abdicación de Fernando VII en favor de su padre y de éste en Jose Bonaparte (1808). Derrotado Napoleón, Fernando VII que estaba retenido en el castillo de Valençay, regresa a España y restaura el absolutismo (1814). Sin embargo, el descontento que sembró esta restauración entre sectores progresistas favorables a la constitución de 1812, desembocó en un golpe militar. El resultado fue que Fernando VII apelo a la Santa Alianza. Se produjo una invasión francesa (con los cin mil hijos de San Luis). En este panorama tan convulso se desarrolla el estilo Fernandino.


Desarrollado en la época Neoclasica es de inspiración rigurosamente clasicista con formas sólidas y ostentosas.
Se trata de muebles solemnes que se inspiran en la antigüedad grecorromana, con motivos decorativos ya mencionados como coronas de laurel, guirnaldas, liras... y egipcios (esfinges) junto a otros de inspiración arquitectonica. Los asientos con las tipicas patas “de sable” en las sillas, y camas “de gondola”. La madera predominante es la caoba pulida adornada con apliques de bronces. 








La silla fue limpiada y se eliminó el barniz de goma laca que tenía. Se retiró el asiento viejo y se utilizó masilla de madera para rellenar pequeñas grietas y agujeros.

A continuación se aplicó cera con aguarrás como acabado, y se tapizó con cinchass elásticas y espuma.

El resultado ha sido muy bueno, pero claro la silla en sí ya era una auténtica maravilla.